Lo que lleva Chile a Copa América

"No soy el responsable del material humano del fútbol chileno. Eso estaba desde antes. Nadie puede activar potenciales que no existen". Marcelo Bielsa

Sólo para que no nos enredemos, quiero sentar de antemano que a pesar del optimismo que tengo ante la próxima Copa América, mi posición frente a la dirigencia del fútbol chileno sigue siendo la misma: Si ganamos esta Copa será mérito del trabajo dirigencial anterior y sobre todo de los propios jugadores. Las demás ratas no me merecen ningún respeto ni consideración y estoy seguro que más temprano que tarde, de seguir así las cosas, todo se vendrá abajo.

Pero disfrutemos por mientras de esta generación dorada de jugadores que tantas alegrías nos ha dado.

Como lo dice la cita del comienzo, ni Bielsa, ni Borghi, ni Sulantay hicieron a estos jugadores. Ellos les dieron fisionomía de equipo y favorecieron la ejecución de aquello para lo que nacieron: la búsqueda del arco contrario sin miedo a nada.

Chile lleva al mejor equipo de toda su historia a esta Copa América y sin duda tiene por primera vez todo para ser Campeón. No lo digo yo. Lo dice Sergio Livingstone que seguramente ha visto más fútbol que cualquiera de nosotros. Debiéramos adjudicarnos el grupo C sin mayores problemas.

Sin embargo, a mi me gustaría que por esta vez, aparte del equipazo, se lleven la calculadora. Les explico por qué.

Ganar el Grupo C, como están ingeniosamente construidas las llaves, es entrar en el camino de Brasil, rival con el que nos encontraríamos en semifinales. Es aquí donde quiero ser frío y calculador. Sin temor a las sanciones que me puedan caer, preferiría que Chile ganara 6 puntos y cederle el primer puesto a Uruguay. Eso aseguraría que Brasil se tope al menos con un equipo hachero antes de llegar a la final.

Quedar segundos del grupo nos llevaría con un 90% de certeza a jugar contra Colombia, rival que no debiera ofrecer dificultades a la Roja, y probablemente pasaríamos a una semifinal con Argentina que viene a los tumbos y dando la hora hace rato. Tengo la certeza de que si Argentina y Chile se vuelven a cruzar, sólo puede haber un resultado y es la victoria de Chile.

Paradojalmente, es el segundo puesto del grupo y no el primero el que abre el camino hacia Buenos Aires. Espero lo mejor de este equipo y no me gustaría tener que volver a escuchar la cantinela de que somos malos porque perdimos con Brasil. Preferiría tomar el atajo y toparme con un Brasil molido a patadas por Uruguay o Paraguay. Ese es el camino de Chile a la Copa América y sólo tiene un rival de peso.

Espero lo mejor de este grupo. De Alexis; de Suazo y de Matías sobre todo porque llega muy cercano al nivel que lo llevó a ser el mejor de América, con la confianza por las nubes y con la puntería recobrada. Esta promete ser la Copa América de La Roja.