jueves, 29 de julio de 2010

Deporte Chileno: Un motor de desarrollo que debemos explotar


Finalmente, acá les entrego el tema que estaba desarrollando. Da para mucho y luego de horas de decidir qué valía la pena poner y que no, he llegado a este artículo (o ensayo si quieren, por la extensión). Saludos mis pocos pero locos lectores y que lo disfruten jejeje.

La última década fue especialmente generosa en logros deportivos para el deporte chileno. Entre los que califican como triunfos “palpables” figuran:

Tennis: Dos Medallas de oro Olímpicas y una de bronce en Tenis el año 2004, y una medalla de plata el 2008; Campeonato Mundial de Tenis en Dusseldorf en dos ocasiones.

Remo: Campeonato Mundial 2002, Christian Yantani y Miguel Ángel Cerda.

 Karate: Campeonato Mundial 2008, David Dubó.

Lanzamiento de Bala: Campeonato Mundial Juvenil Femenino en lanzamiento de bala.

Fútbol: Medalla de bronce en las olimpiadas de Sidney 2000; Tercer lugar en el Mundial Sub-20 de Canadá 2007; Mejor jugador de América año 2006; Campeón Torneo Internacional Esperanzas de Toulon 2009, incluyendo el MVP.

Hockey Patín: Campeonato Mundial Femenino Sub-20, 2006.

Gimnasia Artística: Segundo lugar Mundial 2009, Tomás González.

Motociclismo: Mundial (De Gavardo y Chaleco López).

Bala: Campeonato Mundial Femenino Sub-20, 2008.

Además se observó progreso en el medallero de los Juegos Panamericanos: En 2003 fuimos 13° con 2 medallas de oro, 10 de plata y 10 de bronce. En Río 2007 Chile acabó 10° con 6 oros, 5 platas y 9 bronces, destacando el pesista Cristian Escalante, el karateka Diego Borquez, el ciclista Enzo Cesario y las remeras Soraya Jadue y María José Orellana.

Podemos destacar también algunas tendencias positivas y algunos de los clásicos triunfos morales:

La selección chilena de fútbol disputó al menos la segunda fase de todos los torneos internacionales que jugó (Copa América y Mundiales incluídos) y clasificó en segundo lugar al Mundial de Sudáfrica 2010, consiguiendo además al goleador de las eliminatorias (Suazo, 10 goles).

Colo Colo volvió a jugar una final continental, lo que tuvo a toda la prensa internacional pendiente de lo que pasaba con el fútbol chileno.

En el tenis nos convertimos en miembros estables del grupo mundial de Copa Davis y tuvimos a dos chilenos en la escena central de los torneos ATP.




El punto es que necesitamos un sistema desteñido de colores políticos y compadrazgo porque, expuestos los logros anteriores, es evidente que en Chile hay talento y de sobra.Nos hemos quedado en la visita a La Moneda, homenajes varios y nadie se mete la mano al bolsillo para cimentar la repetición de los logros. No puede ser que Kristel Köbrich tenga que irse a entrenar a Argentina y vivir en casa de su entrenador; no puede ser que las Marcianitas no tengan cancha para entrenar (y que ningún canal abierto transmitiera la final de su Mundial). Que Tomás González tenga que amenazar con irse a competir por otro país porque acá no tiene los recursos. Por suerte acá tenemos a Farkas para que salve el día.

Tenemos a muchos de nuestros deportistas de elite en el más absoluto abandono mientras sus dirigentes se hacen cada vez más expertos en burocracia y en aprovecharse del sistema para sacar de viaje a su familia y llenarse los bolsillos. 

No nos engañemos con que en Chile no hay talento. Es el cuento inventado por todos quienes han encabezado federaciones deportivas y hecho uso indebido de los fondos del deporte. Tampoco somos un país demasiado chico. Para eso tenemos el ejemplo cercano del Mundial de fútbol en el que países como Eslovaquia y Eslovenia (+-200 mil habitantes) y Uruguay (3 millones de habitantes) hicieron buenas participaciones, sobre todo este último.

No es talento lo que falta aquí, sino voluntad para desarrollarlo. Para eso necesitamos un sistema que incentive el deporte no solo como una actividad que beneficie la salud, sino también como una alternativa para ganarse el pan.

Es urgente que Chile profesionalice la gestión del deporte. Urgente, no sólo por los clásicos temas con que se relaciona como la salud y la recreación, sino porque crear un plan que profesionalice el deporte es asestar un duro golpe al desempleo y a la delincuencia.

Si un deporte como el voleibol se profesionalizara, sería fuente ocupacional para al menos 30 personas en un solo evento: 12 jugadores por lado, 2 técnicos, 2 árbitros, 1 planillero, kinesiólogo, médico, etc. Ahí llevo 31 y no he considerado personal de aseo, producción y seguridad entre otros ítems que serían necesarios para la realización de cualquier evento. Una liga de sólo 8 equipos con una división de ascenso y una de honor, como el campeonato ODESUP, daría pega para a lo menos 192 jugadores, 8 árbitros (4 por categoría si cada fecha se jugara en un solo gimnasio y en una sola jornada), 16 técnicos y el staff médico: al menos 220 personas sin considerar el personal necesario para la producción del evento. 440 si hacemos divisiones femenina y masculina.

Está previsto que el desempleo en Chile alcance el 11% durante 2010. Alrededor de 170 mil personas desempleadas. No podemos dar trabajo a todos solo en base al deporte, por supuesto, pero si considerásemos otro tipo de actividades como el Boxeo, Gimnasia, Atletismo, Futsal, Hockey Cesped, Hockey patín... Suponiendo que al menos cada uno de estos diera empleo a la misma cantidad que el ejemplo de la liga de voley, serían más de 2600 puestos de trabajo. Sólo estamos considerando deporte profesional y no hemos hablado de ligas amateur y universitarias, que no pagan a jugadores pero sí a árbitros y staff técnico.

Otra fuente de empleo importante es todo lo que se genera con la construcción de instalaciones deportivas. Una nueva cancha o gimnasio requiere personal para su mantención, administración y también inspectores que fiscalicen el buen uso del espacio y de los recursos. Tan importante como el empleo que generan es el efecto positivo que pueden tener para reducir los índices de delincuencia. Pero este segundo efecto solo logra su máximo de efectividad si el deporte puede ser visto como una alternativa de vida.

Para todo esto es necesario que de una vez las autoridades y la empresa privada comiencen a ponerse donde se necesita y que no solo aparezcan para tomarse las fotos. El tema da para largo y quizá un día desarrolle un libro a partir de este mismo artículo siempre que no se enfríe la pasión.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Muy buen comentario, me parece incluso demasiado respetuosa tu crítica para quienes a lo largo de los años han tenido la bendita oportunidad de cambiar los destinos deportivos de este país y ofrecerles oportunidades reales para quienes lo practican en las diferentes disciplinas existentes y también para quienes no han tenido esa oportunidad. Esto debe partir de quienes gobiernan y de toda la orquesta política de las diferentes tendencias y simplemente no le han dado la importancia y prioridad necesaria pese a que muchos de ellos tienen grandes títulos profesionales, son profesores y directores de prestigiosas universidades y de grandes empresas internacionales. Es simplemente para la risa, una burla permanente a la comunidad chilena. Deberíamos protestar de la misma manera como se celebra un triunfo deportivo en Plaza Italia para mostrar la ineficiente e inmoral forma de administrar el deporte en Chile. Creo que para el tiempo transcurrido desde el ejemplar trabajo realizado hace 50 años con la organización de nada menos que de un mundial de Futbol en el año 1962 y con un país notoriamente bastante más deprimido financieramente, ya que estábamos muy por debajo de la media en el ranking latinoamericano y hoy que somos líderes financieros y ejemplo para muchos en el mundo, no hemos logrado crecer con la misma velocidad en el deporte tanto profesional como aficionado.
    Es lamentable no tener un nuevo Carlos Dittborn en estos tiempos que mueva el naipe un poquito más para reactivar esta grandiosa y noble actividad.
    Cabe señalar que los auspicios de algunas marcas importantes han logrado al menos dar oportunidades de practicar maratones, medias maratones y corridas para quienes quieran participar libremente. Esto se organiza sin mayores problemas porque los costos de inversión son bajísimos y los logros publicitarios son enormes, pero al menos algo se hace para que un par de veces al año se muevan unos 50.000 deportistas anónimos. Yo soy uno de ellos y lo disfruto a concho cuando participo.
    Debo agregar a lo indicado por Felipe que se activarían muchas cosas más tras el deporte y que serían actores directos en la economía nacional. Me refiero a una cantidad importante de trabajos menores y también para profesionales y especialistas. Por señalar algunos: jardineros, taxistas, buses y metros del transantiago, tiendas deportivas, industria de confecciones, fotógrafos, periodistas, médicos, preparadores físicos, puestos de bebidas y similares, turnos de canchas, inversionistas, estadios, gimnasios, etc. etc. etc. y mas etc. Es una cadena interminable de trabajo y nuevas oportunidades que se crearían e incrementarían en torno a esta apreciada actividad.
    Se lograría una interactividad muy importante en estos tiempos de tanto individualismo y una forma de integrar y aprender a vivir con más respeto y solidaridad, combatir el temido stress y de paso mejorar el estado de ánimo y la tan apreciada salud corporal y mental. Eso se soluciona simplemente a través del deporte y eso se denomina “ CALIDAD DE VIDA “
    Buen artículo estimado Felipe , felicitaciones y que alguien pare las antenas para cambiar esta tediosa e irrespetuosa ceguera de tantos políticos, presidentes, mandos medios y porque no decirlo, de nosotros mismos que no hemos sido capaces de protestar enérgicamente en Plaza Italia para cambiar la historia deportiva de este país de una vez por todas.
    Saludos y que esto sirva para despertar a los actuales poderosos

    ResponderEliminar